John Martyn/ Un Hombre Tranquilo

Mingus B. Formentor
Rock de Lux

JOHN MARTYN
UN HOMBRE TRANQUILO

A pesar de la exquisitez de tu obra, mucho me temo que en España no eres demasiado conocido. ¿Qué tal en el resto de Europe continental?
- «Mis discos se venden muy bien en lugares como Alemania, Holanda, Francia, Países nórdicos, donde por lo demás suelo actuar con alguna frecuencia.»

- El sonido de John Martyn ha cambiado de modo radical en los tres últimos elepés publicados. ¿Motivos?
- «Por razones estéticas. Las baterías procesables y electrónicas me gustan, tanto en la música de otros como en la que yo compongo en este momento. No se trata de buscar una modernización del sonido para llegar con más facilidad a la gente joven. No se esconden motivos económicos ni de modo. Sencillamente, me gusta el pulso funk y la tecnología aplicada a los instrumentos musicales.»

- Durente buene parte de tu carrera artística has llevado una guitarra en las manos. ¿Por qué la has abandonado?
- «No del todo, pero sí es cierto que la tengo muy de lado. De hecho, lo que me gustaría tocar ahora es un synclavier, pero como cuesta alrededor de unos 40 millones de pesetas no puedo costeármelo, y entonces no toco nada.
Por lo demás, guitarristas hay muchos y excelentes, de modo que no veo sensato ocuparme de una tarea que otros ejecutan infinitamente mejor que yo.»

- ¿Quiénes por ejemplo?
- «Pues así, a bote pronto, te diré que me encantan músicos como Eric Clapton, John McLaughlin o Pat Metheny.»

- ¿Escuchas tus propias grabaciones?
- «A decir verdad muy poco, casi nunca. No me gusta hacerlo.»

- En cualquier caso, ¿hacia dónde se inclinan tus preferencias dentro de la propia obra?
- «Difícil precisar, pero si mucho me apuras diría que me quedo con Inside Out, por su carácter aventurero, y con Solid Air por la sensibilidad.»

- De momento tu visita es casi promocional, con fugaces apariciones en programas de variedades televisivas.¿Para cuándo algún concierto en directo en suelo español?
- «Tengo el proyecto de regresar en septiembre. Estre ida y vuelta desde mi casa en Escocia, hay que contar unos 5 días de viaje. Todo eso es dinero, gasolina, alojamientos, comida, etc., y espero poder conectar un paquete de propuestas que haga rentable mi venida hasta aquí. Me encantaría (vagas sonrisas por debajo de una barba recortada). Creo que vendré seguro. No soy un artista caro.»

- ¿Qué música sueles escuchar en casa?
-.«Por lo general, música clásica. Es, con mucho, mi música preferida para degustar en privado.»

- ¿Escuelas o autores preferidos?
- «Dificil escoger entre tanta obra maestra, pero digamos que por razones de carácter e inmediatez histórica me quedo con los impresionistas en general. En particular, adoro a Ravel y Saint-Saëns» (curioso que este último compositor francés provoque gusto y satisfacción a músicos tan dispares como Jordi Sabatés y Klaus Nomi o John Martyn)

- ¿A qué tipo de conciertos asistes, supongamos que cultives ese vicio?
- «Casi siempre que salgo para escuchar música voy a conciertos de jazz. Casi nunca, por no decir jamás, asisto a un concierto de rock.»

- ¿Razones musicales, de audiencia?
- «Ambas cosas.»

- Si no fueses músico, ¿Cúal habría sido tu profesión soñada?
- «Médico.»

- ¿Cómo se desveló tu pasión por la música, tu decisión de convertirla en profesión?
- «Más o menos hacia los veinte años. Comencé a escuchar mucho jazz y fue como si abriesen unas inmensas puertas ante mi.»

- ¿Hacia dónde se inclinan tus preferencias, música blanca o negra?
- «Hacia la música negra, con toda claridad, con enorme diferencia.»

- ¿Algunos de tus jazzmen preferidos?
- «Los grandes, claro. Pongamos que Thelonious Monk, John Coltrane, Charlie Parker. También siento gran admiración por otros músicos más conservadores, que compensan su falta de innovación con sensibilidad y elegancia a raudales. Entre estos últimos, me inclino por Ben Webster por encima de todos, aunque también me gustan bastante un Paul Desmond o Gerry Mulligan.»

Y de aquí ya se saltó al toreo, a su belleza, a su emoción, a las pasiones que desata a favor y en contra. Martyn está con los pros y boceta un gesto de excusa ante los improperios que ha visto dedicar a la fiesta a algunos compatriotas mientras contemplan reportajes filmados ante algún televisor. De aqui se pasó a Menorca y a las similitudes paisajísticas con su Escocia natal, su Escocia del alma. Pero no se tardó mucho en volver al toro. Martyn lo entiende y lo goza, sabe a la perfección que lo del Cordobés no son más que posturitas sin arte. Está puesto en el tema. Tanto, que me firmó un disco con la seguiente dedicatoria: «Viva el toro». En correctísimo castellano. Quedamos emplazados para septiembre.

MINGUS B. FORMENTOR

"POR RAZONES DE CARACTER E INMEDIATEZ HISTORICA ME QUEDO CON LOS IMPRESIONISTAS EN GENERAL. EN PARTICULAR ADORO A RAVEL Y SAINT SAËNS..."


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Rock de Lux was published in Barcelona. The original issue cost 350 pesetas.